martes, 14 de diciembre de 2010

Y llegó la Navidad a Montpellier...

Coucou mes amis!

Aquí estoy de nuevo después de casi un mes de ausencia debido a los exámenes.
Siento que cada vez voy distanciando más en el tiempo las entradas y eso me disgusta ya que este blog fue concebido como una especie de diario para compartir con vosotros mis experiencias en Montpellier. Espero retomar muy pronto la actividad para seguir escribiendo lo que espero que un día sea una guía completa para el estudiante Erasmus, y en realidad para cualquiera que vaya a pasar cierto tiempo en esta ciudad.

Durante este periodo de tiempo debo decir sin embargo que mi vida Erasmus ha perdido gran parte de su interés. Tras conocer precipitadamente la cercanía de los exámenes, lo único que he hecho estas últimas semanas ha sido completar mis apuntes y estudiar para intentar ir lo mejor preparada posible. Aunque parezca increíble tengo mucho que agradecer a la huelga, ya que de no haber habido el bloqueo de la facultad me habría sido imposible ponerme al día.
Los exámenes no me han parecido demasiado duros en cuanto a contenido, pero la manera de evaluar en Francia -las famosas disertaciones- me parece poco objetiva (hablaré de este tema con más detenimiento en entradas posteriores).
Expresarme en francés no me ha costado excesivamente y de hecho tengo esperanzas de aprobar la mayoría, pero hasta dentro de al menos dos o tres semanas no sabré los resultados.

A pesar de los exámenes, mis amigos y yo también hemos tratado de encontrar algún hueco durante el fin de semana para reunirnos y compartir nuestras costumbres navideñas.
El primer domingo de Adviento preparamos vino caliente casero. Es una costumbre centroeuropea para protegerse de los inviernos tan fríos, y lo cierto es que no sólo calienta (entre otros efectos =D) sino que además está buenísimo. Se prepara con vino tinto, zumo de naranja, canela, clavos de olor y miel, aunque se pueden añadir también otras especias.
Junto al vino caliente probamos algunos dulces alemanes y escuchamos villancicos de nuestros diferentes países de origen. Les llamó mucho la atención lo alegres que son los españoles comparados con la solemnidad de los suyos. Tras la merienda repartimos los nombres para hacer un amigo invisible. Este domingo durante la cena de despedida intercambiaremos los regalos.

Además desde el 1 de Diciembre se encuentra instalado en la Place de la Comedie el tradicional Marché de Nöel. Se pueden visitar más de 160 casetitas con todo tipo de productos para degustar y regalar en estas fechas (aunque desde luego no accesibles para todos los bolsillos).

A pesar de no poseer el encanto de los típicos mercadillos navideños de Centroeuropa, no deja de ser todo un placer reunirse con los amigos a beber un vaso de vino caliente acompañado de un crêpe de nutella o de unas castañas asadas, ñam! :D

Por lo demás, esta última semana de vacaciones la estoy aprovechando para descansar y reponer fuerzas. Todos los días salgo a dar un paseo y a disfrutar del sol y de la temperatura tan agradable que continuamos teniendo. Jamás hay excusa para no reencontrarse con los pequeños placeres de la vida como dar un paseo en bicicleta o preparar una comida especial.
Sin embargo ya tengo muchísimas ganas de ir de nuevo a España para pasar la Navidad con los míos. Sólo de pensar en los reencuentros, las comilonas navideñas y la indescriptible sensación de sentirse otra vez en casa me muero de impaciencia!
Por el momento os dejo con un pequeño reportaje fotográfico de Montpellier iluminado por la noche, espero que os guste.





Un abrazo y hasta muy pronto!

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Cuisine Erasmus: "Ratatouille"

Salut mes petits!

Hoy os traigo una nueva entrada para mi sección "Cuisine Erasmus" ^^.

En esta ocasión os presento uno de los platos más famosos del sur de Francia: la ratatouille. Aunque su nombre nos recuerde al simpático personaje de Disney, en realidad se trata de un plato muy sano a base de verduras de la huerta mediterránea.

Comencemos.

Para 2-3 raciones necesitamos:

- 1/2 berenjena
- 1 calabacín
- 1 pimiento verde
- 1 pimiento rojo
- 2 tomates
- 1 cebolla grande (o dos pequeñas)
- Aceite de oliva, sal, pimienta e hierbas provenzales.


(Las proporciones están indicadas siguiendo mi propio criterio, pero podemos añadir tantas verduras como gustemos y en la cantidad que prefiramos).

Lo primero que debemos hacer es cortar las verduras. Al contrario que en el pisto manchego, es preferible partirlas en trozos bastante groseros. De esta manera seremos capaces de apreciar mejor los sabores de cada ingrediente.

Es importante respetar el orden en el que vamos añadiendo los ingredientes, ya que está en función del tiempo de cocción que cada verdura requiere.
Así, comenzaremos añadiendo a nuestra cacerola (en la que ya tendremos 3 cucharadas soperas de aceite caliente) la cebolla y los pimientos. Salpimentamos, tapamos y dejamos cocer.
Pasados unos diez minutos incorporamos el calabacín cortado en discos. Volvemos a salpimentar, removemos un poco y tapamos de nuevo la cacerola para que las verduras suden.
Por último, añadimos la berenjena y los tomates. Éstos últimos aportarán el jugo al plato una vez que estén bien cocinados. También es recomendable incorporar un último chorreón de aceite de oliva, pero nunca en exceso.
Ahora sólo queda rociar nuestro ratatouille con hierbas provenzales al gusto y dejar que el plato se cocine a fuego lento durante una hora aproximadamente. Cada 15-20 minutos daremos unas vueltas para evitar que se pegue a la cacerola y comprobar que no queda muy seco.
El secreto de la ratatouille (como el de la mayoría de los platos de la cocina tradicional) es poner mucha paciencia y cuidado durante toda la elaboración, y sobre todo dejar que se cocine "a su amor".


En los supermercados podemos encontrar ratatouille envasado al vacío, pero una vez que hemos probado el hecho en casa comprobaremos el abismo que hay entre uno y otro en lo que a sabor y frescura se refiere.
Es un acompañamiento ideal para todo tipo de comidas (arroz, sémola, pasta, carne, pescado...), que apenas lleva grasa y además muy nutritivo.
A mí particularmente me gusta comerlo con un huevo frito encima, os aconsejo que lo probéis! :)
Bon appetit!

miércoles, 10 de noviembre de 2010

París, siempre París...

































Definitivamente, París es la ciudad a la que llevaría a la persona de la que no querría separarme hasta el final de mis días.

jueves, 21 de octubre de 2010

"L'Université Montpellier Sud de France"

Hola a tod@s!

Tras casi dos semanas de inactividad en el blog (el espíritu de la huelga es contagioso) he decidido regresar para contaros cómo es mi universidad, la "Université Montpellier Sud de France".
En realidad hasta hace muy poco existían tres campus diferentes y autónomos: la UM1 (carreras de ciencias sociales y de la salud + INEF), la UM2 (técnicas y tecnológicas) y la UM3 (letras, artes, ciencias humanas y del medioambiente). Sin embargo, desde el 9 de junio de 2009 las tres universidades han decidido coordinar sus fuerzas para crear un único polo de investigación y enseñanza reconocido dentro y fuera de las fronteras de Francia.

Como habréis deducido yo estoy asociada a la UM3 o Faculté Paul Valéry. En esta entrada no pretendo solamente hablaros sobre mi opinión sobre la facultad, sino también aproximaros a la manera de funcionar de la enseñanza superior en nuestro país vecino.

En primer lugar, el sistema universitario francés no puede entenderse sin dos hechos fundamentales que nos remiten a la historia contemporánea del país: la Revolución Francesa y los sucesos de Mayo del 68.
La Revolución Francesa asentó los principios de gratuidad y laicismo que presiden la enseñanza obligatoria en Francia. Este último concepto (el del laicismo) me parece imprescindible si queremos comprender verdaderamente el sistema educativo y la sociedad franceses. Durante toda la enseñanza obligatoria está prohibida la enseñanza de la religión en los centros, y desde 2004 una ley impide a profesores y alumnos portar ningún tipo de símbolo religioso. Ello explica asimismo que la educación pública tenga un peso mucho mayor que la privada (católica en su mayoría).
Lo que más curioso me parece es que, a pesar de este supuesto laicismo, prácticamente la totalidad de las mujeres adultas musulmanas en Francia llevan velo. El por qué os lo dejo a vuestra capacidad de reflexión.

Volviendo a la cuestión del sistema educativo, otra de las aportaciones de los revolucionarios de finales del XVIII fue la extensión del derecho a la educación a las clases más desfavorecidas socialmente. Precisamente el Baccalauréat actual (Prueba de Acceso a la Universidad) es heredero de esta idea ya que, contrariamente a nuestra Selectividad, este examen no proporciona una nota discriminatoria sino que permite, sencillamente, acceder a los estudios superiores. Según esta premisa, todos/as los/as estudiantes pueden acceder a la carrera que desean sin preocuparse de la temida "nota de corte".
Sin embargo y como podréis imaginar, esto conlleva un problema lógico: la saturación de los servicios educativos. Y esta idea nos lleva al segundo concepto histórico que he nombrado: Mayo del 68.
Entre las muchas reivindicaciones que sus protagonistas hicieron, se encontraba la de la desaparición de las desigualdades que continuaban existiendo para algunos colectivos (mujeres, inmigrantes, hijos de la clase obrera) a la hora de acceder a la Universidad.


A partir de los años 70 la Universidad francesa empezó a multiplicar cada año el número de estudiantes matriculados hasta alcanzar cifras elevadísimas de estudiantes de enseñanza superior. Pero, este cambio social se llevó a cabo con las mismas instalaciones y medios que existían cuando el número de estudiantes universitarios era muy inferior.

Para canalizar esta deficiencia que afecta principalmente a especialidades muy demandadas como la Medicina, la Odontología o la Farmacia, así como los estudios de los Grands Écoles, existen los popularmente llamados "Prépas". Los estudiantes de primer año deben pasar al final del curso una prueba de nivel que decidirá si pueden seguir o no con la carrera. Y es en este punto donde la supuesta igualdad del sistema educativo francés se tambalea, ya que suele suceder que sólo las familias de clase media-alta pueden pagar a sus hijos los prépas que determinarán en buena medida quién continúa en la carrera y quién no lo hará.

Así vemos cómo, a día de hoy todavía se aprecian estas deficiencias sociales del sistema educativo francés.




En la imagen superior observáis un plano del campus de mi facultad. Como podéis observar es bastante grande, por lo que me entenderéis si os confieso que las primeras semanas fui incapaz de llegar puntual a ninguna clase.
Existen diferentes bâtiments o edificios independientes donde se desarrollan las clases de las distintas materias (aunque algunas especialidades están derivadas a edificios fuera del Campus por falta de espacio).
También hay seis anfiteatros donde suelen tener lugar los cursos magistrales. Además encontramos la biblioteca, la copistería, una cafetería, el teatro La Vignette y algunos otros edificios con funciones administrativas.
Hasta el momento he dado clase en los edificios A (Filologías), B (Historia), C (Geografía y Arte) D (Polivalente) y en el Anfiteatro E.
En la fotografía podéis ver un aula del Bâtiment C. Como os habréis dado cuenta podría confundirse perfectamente con un aula de instituto. En casi todas las clases hay encerado y unas cortinas muy gruesas. Cuando hace calor las clases se calientan muchísimo debido al sistema de ventanas tan antiguo y la mala ventilación que existe. Además ningún aula está dotada de proyector ni de pantalla, con lo que el apoyo de los PowerPoints brilla por su ausencia.
En estas aulas más pequeñitas suelen tener lugar los Trabajos Dirigidos, ya que las clases se dividen en grupos de 20-30 personas que pueden trabajar con el profesor más intensamente.
En cambio los Cursos Magistrales se dan en los anfiteatros. Ésta es una foto del Amphi E, adonde voy dos veces por semana. Los anfiteatros D, E y F son los más antiguos y los más viejos. Sin embargo sí que disponemos de un proyector y de una pantalla que se halla escondida tras la pizarra.
Una de las cosas que más me impresionó durante mis primeros días en la Paul Valéry fue el estado de los pupitres. Creo que con esta foto cualquier comentario por mi parte sólo reafirmará vuestras propias impresiones.


A estas clases asiste normalmente una media de 100 alumnos que durante 2-3 horas se dedican a copiar lo que dice el profesor. En general es fácil seguir las explicaciones (incluso para mí) y cualquier trabajo o lectura en casa tienen un carácter voluntario, por lo que bajo mi punto de vista (y el de otros muchos Erasmus) el nivel de la educación universitaria francesa es más bajo que el de la de nuestros países de origen.

Una de las cosas que en cambio me ha sorprendido gratamente de esta universidad es la preocupación que existe por integrar a los estudiantes con alguna discapacidad física. Sin ir más lejos, en uno de mis cursos hay un chico sordomudo y durante toda la clase una intérprete de lengua de signos traduce todo lo que el profesor dice exclusivamente para él.

La relación profesor-alumno es cordial pero no cercana, y entre los mismos alumnos no existe demasiada comunicación.
En cuanto a los estudiantes franceses, en general son bastante independientes y casi todos tienen un poco ese aire de los personajes del Cahier d'exercises (^^). En mi facultad, como en toda facultad de letras que se precie, predomina el vaquero, el color negro y el estilo (muy) desenfadado, aunque como ya he dicho de camino a la universidad podemos encontrarnos tanto con hippies y rastafaris, como con chicas que parecen recién salidas de "Sexo en Nueva York".
Aproximadamente hay el mismo número de universitarios que de universitarias y la mayoría son, digámoslo así, "franceses viejos". Sin embargo entre los franceses de religión musulmana hay muchas más estudiantes chicas que chicos.
Otras de las cosas que más me llamaron la atención fue el poder que desde el primer día de clase manifestaron los sindicatos de estudiantes, cuyos representantes están siempre presentes en las reuniones de bienvenida de las distintas carreras. No hay día que no me haya venido a casa con al menos un panfleto de protesta de los muchos que reparten a lo largo de todo el campus los sindicalistas, que en las últimas semanas han intensinficado increíblemente su actividad hasta el punto de bloquear la facultad el pasado martes como queja contra la ley de pensiones que el gobierno está a punto de sacar adelante. De hecho, dada su intención de ocupar la facultad, la dirección de la Universidad ha decidido cerrarla hasta el lunes 25 para evitar daños en las instalaciones y perjuicios a los estudiantes, por lo que hasta ese día estoy de vacaciones.
Esperemos que esta oleada de protestas pase pronto, ya que no sería la primera vez que la facultad permanece cerrada durante meses a causa de una huelga.
Esperando no haberos cansado mucho me despido hasta la próxima.
Un beso a tod@s!!!
À bientôt!

domingo, 10 de octubre de 2010

Una semana en mi vida

Hola amig@s!

Sois muchos los que me preguntáis qué tal me va en Montpellier; cómo es la universidad, cuántas clases tengo al día y si las sigo bien o no; qué tal llevo el francés y si me estoy divirtiendo aquí.
Para resolver todas esas dudas y con el objetivo de que conozcáis un poco mejor cuál es mi rutina en Francia, se me ocurrió escribir esta entrada en la que pretendo contaros un poco qué es lo que suelo hacer cada día de la semana.

Primeramente, tengo que decir que desde que estoy aquí llevo una vida mucho más relajada que antes. No sólo porque cuento con una asignatura menos que en Ciudad Real, sino también porque tengo un horario de clases inmejorable que me permite salir de fiesta por la noche cuando quiero o dedicar la mañana a mis quehaceres. Además, tengo la suerte de que mis profesores NUNCA mandan nada para casa, así que mi trabajo personal es fruto de mi propia inquietud y de mi fuerza de voluntad por mejorar el francés. Los apuntes los cojo siempre en español, como mucho en "françaispagnol", aunque intento anotar los tecnicismos más importantes de cara al examen.

También es importante que os explique cómo funciona la jornada francesa. Normalmente ésta empieza entre las 08:30 y las 09:30 de la mañana. A las 12:00/12:30 se hace una pausa de una hora y media y entonces comienza l'après-midi, un concepto que no deja de ser interesante (yo diría que fundamental) para comprender el modo de funcionar de los franceses. Para los españoles puede ser un poco extraño al principio comprobar que a las doce y media de la mañana todo está cerrado y que nuestra siesta es "la tarde" de aquí, pero conviene acostumbrarse a este horario para poder seguir una rutina normal. A las 13:30 aproximadamente se retoma la actividad hasta las 18:30/19:00, momento en que da comienzo la soir. Entonces, todo el mundo vuelve a casa para descansar y cenar (sobre las 20:00-20:30 a lo sumo).
Como véis, es importante madrugar si uno quiere aprovechar bien el día. Aún así, pienso que los franceses desaprovechan mucho la tarde ya que a las 19:00 es casi imposible encontrar un comercio abierto o siquiera ir a la biblioteca universitaria para trabajar un poco.

Los lunes dispongo de bastante tiempo libre, por lo que normalmente suelo dedicarlos a hacer la compra o a cocinar un par de platos más elaborados para el resto de la semana. A las 17:15 comienza mi única clase del día (Historia de los monoteísmos en la época contemporánea...optativa, -sí, estoy loca-). Cuando salgo es ya bastante tarde (19:00), así que me voy directa a casa a hacer la cena y a arreglarme, ya que los lunes hay fiesta en L'Australien y las cervezas cuestan tan sólo un euro =)

Los martes debo ir al TD ("Trabajos dirigidos") del curso del lunes. Normalmente ésta es la parte más práctica de la carrera y suelen mandar lecturas y trabajos para casa, pero en mi caso hasta el momento sólo hemos leído y analizado algunos textos bíblicos. En general me parece una asignatura interesante, y el único inconveniente es que debo ir a clase justo a la hora de comer (12:15-14:15) por lo que ese día debo tomarme un aperitivo antes y comer a la vuelta (estoy perdiendo el hábito de comer a las 14:30/15:00, sí...).
Por la tarde intengo ir a algún curso de baile de los que organizan algunas discotecas de Montpellier, o si no me conformo con bajar al centro y despejarme un poco.

Los miércoles suponen un descanso ya que mi única clase (13:45-15:00) es en español (Literatura de la España contemporánea). Por la mañana me encanta coger la bici y bajar al centro para comprar algunas verduras y frutas en los mercadillos de barrio, o simplemente para disfrutar del ambiente de la ciudad. Por la noche hay varias fiestas a elegir entre el Macadam (pub irlandés), Cargo (Discoteca latina), Point Zero..., aunque intento no volver muy tarde ya que al día siguiente debo levantarme a las 08:00 de la mañana.

Los jueves son siempre el día más duro de la semana, ya que tengo 6 horas de clase y todas ellas en francés. Sigo sin acostumbrarme a estar 3 horas seguidas (tan sólo descansamos 15 minutos hacia la mitad de cada sesión) copiando y copiando, pero al menos los temas me interesan bastante ("Historia de Europa desde la Ilustración a la caída del Muro de Berlín" e "Historia del mundo moderno a través de los textos y las imágenes"). Además en estas clases he conocido ya a algunos estudiantes de Historia franceses :)
Sin embargo cuando "arrivo a casa" estoy tan agotada que sólo tengo ganas de hablar un poco por Skype e irme a la cama.

Los viernes son en cambio más tranquilos. Mi clase de "Civilización de la España Contemporánea (en español también y complementando a la del miércoles) comienza a las 14:15, así que puedo aprovechar la mañana para ir al supermercado o hacer recados. Después de clase bajo con Sabrina a dar un paseo y volvemos sobre las 19:00 para cenar y ponernos guapas, ya que el viernes es el día de fiesta oficial. Normalmente solemos quedar en la residencia de Sabrina para beber antes de salir y después vamos al Panamá, la discoteca por excelencia de los Erasmus.
El problema es que el último tranvía sale de la Place de la Comedie a las 02:00, con lo que si queremos quedarnos más tiempo nos toca regresar a pie y caminar más de media hora.

Los sábados aprovecho para hacer las tareas del hogar (limpio y ordeno un poco la habitación y las partes comunes, pongo la lavadora y tiendo la ropa y...ya jeje). Generalmente hasta la noche estoy en casa, así que suelo hacer quedadas con todo el mundo por Skype para contarnos qué tal nos ha ido la semana. Por la noche siempre hay alguna fiesta privada en la que nos colamos, o bien vamos al piso que mi amiga Meike tiene justo en la Place de la Comedie para tomarnos algo y luego ir a bailar.

Los domingos pasan por lo general muy tranquilos y un poco solitarios, por eso hemos decidido algunos amigos y yo que a partir de ahora trataremos de cocinar algún plato especial todos juntos para hacerlos un poco más entrañables.


Y así pasa semana a semana mi vida Erasmus. Como todo en la vida, paulatinamente la novedad se convierte en rutina, pero también así te das cuenta de que las personas que forman parte de ella se empiezan a convertir en importantes para tí. Con la mayoría de mis amigos hablo en francés, por lo que estoy notando una gran mejoría con el idioma :)

Espero que os haya gustado, muchas gracias a los que habéis llegado hasta aquí!

Un beso enorme!!!

domingo, 3 de octubre de 2010

Cuisine Erasmus: "Hachis Parmentier"

Bienvenidos tod@s a la "Cuisine de la Petite Colombe"! :)

El otro día aprovechando que tenía la mañana libre decidí experimentar por primera vez con la cocina francesa. Hacía tiempo ya que quería preparar algo típico de aquí para salir un poco de la "triología Erasmus" (pasta-pizza-congelados) y así decidí que el primer plato que intentaría preparar sería el "Hachis Parmentier", una especie de pastel de carne picada y puré de patatas.
La verdad es que es una receta muy sencilla, rica y nutritiva, que además te permite hacer dos raciones como mínimo de una sola vez.



Ésto es lo que necesitáis:

- 350 gr de carne picada.
- 1 sobre de puré instantáneo.
- Un vaso (200 ml aprox.) de leche.
- Una nuez de mantequilla.
- Un bote pequeño de tomate frito (200 gr aprox.)
- Queso rallado.
- 1/2 cebolla.
- 1 diente de ajo, aceite, sal y pimienta.

Elaboración:

- Picamos la cebolla y el ajo muy finos y sazonamos la salsa de tomate (en mi caso ya frita) con sal y pimienta.

- Rehogamos la cebolla con el ajo con un chorrito de aceite hasta que la cebolla esté tierna y un poco dorada.


- A continuación añadimos la carne picada ligeramente sazonada y la cocinamos hasta que deje de soltar agua.


- Añadimos la salsa de tomate y dejamos cocinar todo un poco. Mientras tanto, ponemos en un cazo mediano el vaso de leche junto con la nuez de mantequilla y esperamos a que hierva, momento en el que echaremos el preparado de puré. Removemos un poquito y dejamos reposar para que espese, sin olvidarnos de volver a remover pasados unos minutos para evitar que se formen grumos. Es importante que el puré quede bastante consistente, ya que si nó nuestro pastel se desmoronará.

- Una vez que tenemos los dos componentes básicos del Hachis Parmentier preparados, vamos colocando en una fuente (preferiblemente desmontable) una capa de carne y otra de puré de manera alternativa, aunque también podemos hacer una sola capa de carne cubierta de una capa de puré bastante espesa.


- Rematamos con un poco de queso rallado y lo metemos al horno ya precalentado durante unos 10-15 minutos a 200º en posición alta.

- Y... voilà! Un plato delicioso y fácil de hacer :)
Por supuesto también podemos hacer más sabrosa la carne añadiendo un poco de vino blanco, freír nosotros mismos el tomate e incluso preparar nuestro propio puré de patatas casero. Mi versión del Hachis Parmentier está más bien pensada para bolsillos Erasmus y lo cierto es que no tiene nada que envidiarle a la original.
Espero que os haya gustado la receta!
Bon appetit!

sábado, 25 de septiembre de 2010

Primer mes en "Montpi" ^^

Bienvenid@s tod@s amig@s!

En primer lugar debo disculparme por haber dejado desatendido el blog durante estas dos semanas. Lo cierto es que desde que comenzaron las clases yo también me he incorporado a la rutina de la facultad, por lo que al final del día mi jornada no suele ser lo suficientemente interesante como para contaros alguna novedad.

Hoy sin embargo es sábado, me he despertado más tarde que de costumbre y después de desayunar me he sentado delante del ordenador para haceros una síntesis de lo que ha significado para mí este primer mes en Montpellier. Porque efectivamente, hoy día 25 de Septiembre hace justo un mes que salí de España.
Ayer no podía evitar recordar lo triste que fue despedirme de todos vosotros, o esa noche sin dormir antes del viaje o la paradójica sensación de miedo e ilusión que sentí cuando atravesé la frontera y dejé mi país sin fecha de vuelta establecida.

Hoy el calendario marca un mes de mi estancia aquí pero sinceramente me parece que hubiera pasado un siglo. Este mes ha estado tan lleno de cambios, de nuevas experiencias, de tareas pendientes y de nostalgia que me sorprendo al pensar que en realidad sólo llevo tres semanas de independencia.
Siempre me ilusionó la idea de la emancipación, pero hasta que no la he probado no me he dado cuenta de lo terriblemente duro que puede ser al principio. Cierto es que yo he probado la experiencia a gran escala, ya que no sólo me he ido de mi casa sino que me he mudado a un país extranjero del que apenas hablo la lengua y adonde mi madre ni me traerá tuppers de comida ni me lavará la ropa el fin de semana.
No voy a negaros que este mes no ha sido precisamente el mejor de mi vida. He tenido que acostumbrarme a estar sola, a hacer todo por mí misma y a convivir con la añoranza de mi gente y de mi tierra.
Pero tengo que decir también que este mes me ha exprimido tanto que he desarrollado unas capacidades que no creía poseer. Desde que me quedé sola he aprendido día a día lo duro que es llevar una casa, mantenerla limpia y ordenada, estar pendiente de lo que falta y de lo que sobra. Creo haber ganado mi batalla personal contra los bichos invasores de mi cocina (o al menos nos hallamos en una especie de "Guerra Fría") e incluso he hecho mis primeros pinitos como cocinera. Me he vuelto una fiel admiradora de las marcas blancas y una gran buscadora de ofertas y he aprendido a valorar ese huevo perdido al caer contra el suelo o esa mancha rebelde en la ropa.

A pesar de todas estas dificultades iniciales, debo admitir que poco a poco le estoy haciendo un huequecito en mi corazón a esta preciosa ciudad. Paseo por sus calles como si las conociese de siempre e incluso empiezo a tener mis rincones favoritos para comprar, salir de marcha o simplemente tomar un café.
La universidad simplemente marcha. Todavía me resulta un poco extraño asistir a clases magistrales de 3 horas seguidas en francés, pero ésto se compensa ampliamente con la comodidad de mi horario y con mis 2 asignaturas en español (^^). Además me estoy empezando a convertir en un pequeño proyecto de francesita e intento ir todos los días a la facultad en bici :)
Con los demás Erasmus cada vez estoy más a gusto y ya he empezado a formar mi pequeño grupo de confianza, aunque tristemente muchos de ellos sólo estarán aquí durante el primer semestre.
El idioma todavía se me resiste un poco, pero he ganado muchísimo en comprensión auditiva y ya soy capaz de mantener conversaciones en francés, hacer bromas, salir de marcha e incluso ocuparme de asuntos importantes como la apertura de una cuenta de banco o la contratación de un seguro de hogar.

Una de las cosas que más tranquilidad me proporciona es lo cómoda que me encuentro en mi piso. Desde esos primeros días en los que todo se me hacía extraño ha llovido mucho, y ahora me desenvuelvo en él como si hubiera vivido aquí toda mi vida. Además creo haber congeniado bastante con mis compañeros y hasta el momento no hemos tenido ningún problema serio de convivencia. Incluso hemos hecho ya algunos planes juntos. En la foto de abajo podéis vernos a Nina y a mí en el Museo Fabre de Montpellier tras visitar la exposición de Alexandre Cabanel, magnífico pintor neoclasicista francés.


Esa misma noche Elodie, Nina y yo salimos a dar una vuelta y en una terracita de la Plaza Jean Jaurès nos pedimos unas copas de helado buenísimas y muy bien presentadas. Ellas dos pidieron una Banana Split y la chocoadicta pidió, cómo no, una copa de chocolate liégeoise que tristemente no pudo acabar :(


Ese mismo fin de semana llegó Charles. Para celebrar el primer fin de semana que pasábamos juntos decidimos preparar una cena especial (a las tres nos gusta mucho la cocina y sobre todo la repostería). Así que se nos ocurrió hacer unas pizzas caseras que sinceramente nos quedaron riquísimas! :)


(Primera foto de ma collocation en nuestra cocina. De izq. a drch. Elodie, Nina, La petite colombe y Charles.)

(Nuestra pizza!) ^^

Y así concluye mi primer mes en Montpellier, con un sabor agridulce pero a la vez con interesantes perspectivas de aquí al final de mi estancia.
A pesar de todo no puedo evitar seguir echándoos mucho de menos. Al fin y al cabo las novedades no pueden compensar el vacío que te produce la falta de "lo tuyo", que es una parte fundamental de tu identidad.
Hasta la próxima amig@s, gracias por leerme una vez más :)
Bisous!

lunes, 13 de septiembre de 2010

Campus Européen d'eté 2010



Bienvenid@s una vez más a mi blog!

Hoy vengo a hablaros un poco sobre el Campus Européen d'Eté 2010 de la Université Montpellier Sud de France, en qué ha consistido, qué actividades hemos hecho y qué impresiones me ha dejado.

El objetivo principal de este programa es optimizar la integración de los alumnos extranjeros en la Universidad, tanto desde un punto de vista formativo como social. En realidad no creo que haya muchas universidades que puedan presumir de tener un programa tan completo como este, y verdaderamente merece la pena participar en él.

Este "Campus de verano" comenzó el día 3 de septiembre, cuando los Erasmus tuvimos que realizar un examen de lengua francesa (que no fue precisamente fácil :S) para que pudiésemos ser distribuidos en diferentes niveles. Tras el examen tuvimos que abonar la cuota de participación, y aunque parezca increíble tuvimos que esperar casi dos horas haciendo cola! Oh la lá!
Sin embargo antes de que el curso intensivo de francés comenzase la Organización nos tenía preparada una primera actividad: el Fest'O Campus. Rodeados de un paisaje de cuento como es el Domaine d'O, los Erasmus asistimos a una visita teatralizada al mismo muy divertida, acompañada de un picnic y del visionado de una clásico del cine francés, Marius et Jeanette. Para mi pesar olvide la cámara de fotos en casa, y por lo tanto no puedo enseñaros ninguna foto, désolée!

A partir del día 6 dio comienzo el curso de francés, consistente en 3 horas diarias de clase en la universidad durante 5 días. A pesar de encontrarme en un nivel bajo creo que ha sido bastante útil para hacer un repaso de la gramática básica francesa (gran parte de la cual desconozco todavía :S) y así saber por dónde debo empezar a trabajar. Además en el curso he podido conocer a otros Erasmus y con algunos he llegado a hacer muy buenas migas ^^.

La primera parte del curso consistió en una taller de civilización francesa donde pudimos aproximarnos un poco más a la cultura francesa (geografía, instituciones, sociedad...) y en concreto a la región del Languedoc-Roussillon, en la cual se halla Montpellier. La profesora nos ayudó a entender las diferencias entre el norte y el sur de Francia, que curiosamente son casi las mismas que en España (por ejemplo las gentes del norte -más tranquilas, más frías y más centralistas-) tienden a infravalorar a las del sur por considerarlas más holgazanas y dadas a la fiesta).


El Languedoc-Rousillon es una zona un tanto desfavorecida económicamente que sin embargo cuenta con una enorme riqueza vitivinícola y con una Universidad prestigiosa. En este sentido me pareció interesante conocer el funcionamiento del sistema educativo francés, donde los conceptos de laicismo y de igualdad están enormemente arraigados. Aunque también es un sistema muy conservador, pretende capitalizars...uy, quiero decir, modernizarse gracias a la famosa homologación de los sistemas educativos en Europa.

Con el fin del curso de francés llegó la esperada excursión a Nîmes. Los alumnos nos dividimos en varios autobuses en función de nuestro nivel de francés, una gran idea para mejorar la comunicación entre aquellos alumnos con las mismas dificultades.

A pesar de haber visitado ya esta ciudad el viaje mereció la pena ya que pude pasar a los monumentos que no tuve la ocasión de ver la vez anterior. De forma gratuita los alumnos Erasmus pudimos visitar el anfiteatro romano, la Tour Magne y la Maison Carré.



En esta imagen podéis ver cómo es la Arena de Nîmes, el anfiteatro romano mejor conservado del mundo y donde todavía hoy se practican corridas de toros (aunque existe el mismo debate que en España sobre su continuidad).

La Tour Magne es una antigua torre galo-romana que se encuentra emplazada sobre una especie de ciudadela que corona la ciudad. Fue casi totalmente destruida en el siglo XII debido a la creencia en una profecía de Nostradamus, quien predijo que bajo sus cimientos se hallaban escondidos metales preciosos. En la actualidad puede visitarse y desde el último piso se contempla una magnífica panorámica de Nîmes.
Tras el visionado de una película sobre la historia de la ciudad en la Maison Carré (desgracidamente hoy se ha convertido en una especie de cine cutre para turistas...sí...qué decepción...) nos dirigimos al Pont du Gard, situado a medio camino entre Nîmes y Montepellier.


Está bastante bien conservado y además en sus alrededores existe un área recreativa muy relajante para dar un paseo familiar andando o en bici.
La última atracción de la jornada fue la visita al Museo Haribo (que en realidad es alemán :P). Puede que fuera una parada un tanto trivial, pero al menos nos sirvió para llenarlos los bolsillos de caramelos y chucherías gratis! :D


(Aquí podéis ver a todos los Erasmus de mi autobús ^^)

Y como somos Erasmus y nos gusta mucho la fiesta cuando llegamos de la excursión, y a pesar del cansancio, nos fuimos a bailar a una discoteca de moda a las afueras de Montpellier gracias a unos fliers! :D



Esta semana terminará el "Campus de verano" con unas visitas tutorizadas a la Universidad y nuestra incorporación oficial a la misma.
La valoración general es muy positiva, y hoy estoy un poco triste al pensar que se ha acabado para siempre y que mañana empiezan otra vez las clases, las obligaciones y los madrugones, pero no lo olvidemos...
Je suis Erasmus...
:P
À la prochaine!

domingo, 5 de septiembre de 2010

Trouver un logement à Montpellier

Hola amig@s!

Después de algunos días de ausencia vuelvo al blog, esta vez para dedicarle una entrada a uno de los problemas más frecuentes que encontramos los estudiantes que venimos a Montpellier: el alojamiento.

Encontrar un buen sitio en el que instalarse durante nuestra estancia de estudios no suele ser tarea sencilla, especialmente en una ciudad universitaria como Montpellier donde la demanda supera ampliamente la oferta.

De ahí que dedique una de las primeras entradas de "autoayuda" a esta cuestión, que además me ha afectado a mí directamente.

En teoría, los estudiantes Erasmus debemos dejar que nuestra universidad de destino nos gestione la búsqueda de alojamiento. Sin embargo, y debido como ya he dicho anteriormente a la elevada demanda que existe, en muchas ocasiones no hay plaza para todos en las residencias universitarias.

Es cuando te dicen que has sido rechazado cuando se te viene el mundo encima. ¿Qué hago?, ¿por dónde empiezo a buscar?, ¿residencia privada o piso compartido?...Éstas son algunas de las preguntas que todos nos hemos hecho.

Aquí encontraréis una pequeña guía que espero os sea útil a todos/as.

Alojamiento universitario:

Cité universitaire: la "Cité universitaire" francesa consiste, como su propio nombre indica, en un complejo formado por varios edificios (varios bâtiments, un restaurante universitario y pistas de deporte en la mayoría de los casos). El precio de las habitaciones oscila (en Montpellier) entre los 150-300 euros al mes, en función del tipo de habitación que elijamos (habitación sencilla sin baño, habitación con baño o estudio -baño + cocina eléctrica-).

La habitación en residencia universitaria es la opción que escogen la mayoría de los Erasmus. A pesar de que las habitaciones son un poco pequeñas y los edificios un tanto viejos, son siempre una buena oportunidad para conocer a gente más fácilmente. Además si hay restaurante universitario podremos comer hasta las 13:30 y cenar hasta las 20:30 por tan sólo 3 euros!

Para visitar las cités universitaires de Montpellier pinchad aquí:

http://www.crous-montpellier.fr/cites-et-residences-universitaires_147

Residencia privada: hay estudiantes que optan también por esta opción. Sin embargo, y bajo mi punto de vista, el precio de los estudios es excesivo (entre 400-500 euros al mes de media) para la calidad que ofrecen. En la mayoría de los casos la cama es un simple sofá-cama con un colchón plegable, y carecen de cualquier tipo de menaje de cocina a excepción de un micro-ondas. ¿La parte positiva? El disponer de un baño y de una cocina privados. También existe la posibilidad de compartir un estudio, en cuyo caso el precio de la habitación es sensiblemente más bajo.

En el siguiente enlace encontraréis el mejor directorio de residencias privadas en Montpellier (también es válido para otras ciudades de Francia).

http://www.adele.org/public/residence/residence_liste.php?ville_mere=MONTPELLIER

Colocation: para los Erasmus que tuvimos la mala suerte de ser rechazados en la residencia universitaria pública y que no estamos dispuestos a pagar una privada tenemos dos opciones: o bien alquilar un estudio, o bien compartir piso con más estudiantes.

Ninguna de las dos opciones es sencilla, especialmente si somos extranjeros y no podemos ir a visitar los pisos personalmente. Por eso recomiendo acudir a una agencia inmobiliaria o en cualquier caso venir unas semanas antes en busca de apartamento a poder ser acompañado de tus padres, ellos serán nuestro mejor aval.

Otra posibilidad sería alquilar un estudio en una residencia privada y una vez que conozcamos a más estudiantes probar la colocation, pero en muchos casos los locataires exigen una estancia mínima de entre 6 y 9 meses para firmar el contrato. El precio de los estudios se encuentra entre los 400-500 euros y el de las chambres o habitaciones entre los 300 y los 500 euros al mes (bastante elevado como podéis comprobar).

A continuación os dejo algunos enlaces de agencias inmobiliarias y de páginas web con anuncios de particulares bastante prácticas:


- Agencias inmobiliarias:

http://immobilier-montpellier.aktifimmo.com/

http://www.immo-plus.com/

http://www.seloger.com/

- Anuncios particulares:

http://www.appartager.com/ Página para encontrar en Francia y Bélgica por excelencia. Gracias a ella ahora vivo en un piso muy apañao' :)

http://colocation.vivastreet.fr/annonces-colocation+languedoc-roussillon/q/chambre

http://www.trouver-un-logement.com/

http://www.locservice.fr/H%C3%A9rault-34/location-particulier-Montpellier.html?source=google2MON-LOC&gclid=CLWIn6368KMCFQGY2Aod5C0v2g

http://www.mon-logement-etudiant.fr/content/look/profilelooking.aspx?id=1&opt=L&mc=20142&sellang=2

Os aconsejo que si vais a estudiar en la universidad Montpellier III Paul Valéry busquéis piso en el área de "Hopitaux-Facultés" (Boutonnet, Voie Domitienne, Rue Triolet, Rue de l'Aiguelongue, Route de Mende, Avenue Vert Bois...) ^^.


Ah! y no olvidéis aseguraros de que los pisos son meublés!


Además en Montpellier se celebra a partir de mediados de Agosto hasta mediados de Octubre el Espace Logement Étudiant, una especie de "feria" en la que el estudiante cuenta con todo tipo de facilidades para encontrar alojamiento (puestos de información, ofertas de vivienda, ayuda personalizada, teléfonos y ordenadores para contactar de manera gratuita con los locataires...).

Y cómo no nombrar la ayuda que el gobierno francés da a los estudiantes! Ésta varía en función del tipo de alojamiento (unos 90 euros para residentes del CROUS y entre 150 y 180 para los que viven en piso). Para más información pinchar aquí: http://www.caf.fr/wps/portal/!ut/p/c1/04_SB8K8xLLM9MSSzPy8xBz9CP0os3hLf2dfY0cn3xBDUy9TA6MAf6NgXxcPQwMDE_1wkA6zeAMcwNFA388jPzdVvyA7rxwAXiGmXQ!!/dl2/d1/L2dJQSEvUUt3QS9ZQnB3LzZfOU9DTTNBQk1UUERNOTAyUE9RVkpTQjAwRzc!/

Un último consejo: dejad resuelta cuanto antes esta cuestión (máximo finales de julio-mediados de agosto). En septiembre podéis tener serios problemas para encontrar alojamiento.


Mucha suerte, y à la prochaine! :)

jueves, 2 de septiembre de 2010

Primera semana en Montpellier

Y bien, hoy hace una semana que llegué a Montpellier y empecé a descubrir esta maravillosa ciudad.

Resulta muy raro estar de vacaciones en el lugar donde esperas pasar los próximos 9 meses de tu vida. Pero lo cierto es que desde la primera vez que llegué me transmitió una sensación de familiaridad díficil de explicar.
Puede que ésto se deba a su ambiente estudiantil, o quizás a su belleza mediterránea indiscutible, o a su amplia oferta de ocio. Lo cierto es que Montpellier es una ciudad que vibra y que al mismo tiempo te permite desconectar y relajarte en cada uno de sus rincones; una ciudad que se deja querer, capaz de reunir lo mejor de las aglomeraciones urbanas pero respetando la calidad de vida de sus habitantes.

Estos días con mis padres me han servido para conocer la faceta más turística del sur de Francia y la verdad es que es un destino muy recomendable para todo aquel que busque unas vacaciones de "sol y playa" diferentes. La comida es excelente, el tiempo inmejorable y la atmósfera festiva a la par que elegante, a lo que habría que añadir sus preciosos paisajes.

Tras las vacaciones, hoy me encuentro sentada en mi mesa de estudio escribiendo esta entrada apenas 48 horas después de quedarme sola aquí, me parece que hubiese transcurrido toda una semana! Sin embargo intento ser optimista y pensar que debo sacarle partido incluso hasta a esta sensación tan agridulce, puede que sea la única vez que experimente algo así en mi vida.

Hoy ha sido un día bastante agotador. Por la mañana he ido a la universidad a inscribirme como estudiante Erasmus. Ha sido un trámite bastante rápido y las chicas de la oficina han sido muy pacientes conmigo :)
Aquí podéis ver algunas de las fotos que he tomado durante mi visita. El Campus de la Universidad Montpellier III es enorme, abarca nada más y nada menos que 10 ha!
Hay un montón de zonas verdes donde sentarse a comer o a descansar, además de varios aularios, una biblioteca muy grande y hasta un teatro!






(Biblioteca ^^)
Después he quedado con Sabrina (Brini de aquí en adelante) y una Erasmus de Polonia para comprar juntas una tarjeta SIM francesa para el móvil, ahora me toca memorizar el nuevo número!
Y por último hemos estado en un supermercado cercano a mi casa para comprar algunas cosas que nos hacían falta. Yo me he traído unas salchicas de Toulouse para la cena, que con el puré de verduras que he preparado (larga vida a Knorr!), ha sido la única comida decente del día ya que he aguantado toda la jornada con un tazón de cerales y un sandwich vegetal :S
Ya en el piso he estado hablando con Marie-thérèse, mi casera, que ha venido a traerme unas sábanas para la cama, qué maja ella! :) La verdad es que se está portando muy bien con nosotras, es como nuestra mami aquí en Francia. Y lo cierto es que estoy muy a gusto en el piso, a pesar de ser un poco viejo todo funciona estupendamente y lo más importante es que cuando llego después de todo un día fuera puedo decir que "me siento en casa" ^^.
En esta foto podéis ver mi habitación. De momento está un poco vacía, ya la iré decorando poco a poco. Lo bueno es que es bastante luminosa y muy espaciosa, tendría sitio hasta para dos colchones más (indirecta :P).



Por lo demás sigo esforzándome todo lo que puedo por practicar el idioma, tanto en casa como fuera de ella. De hecho hoy he terminado con dolor de cabeza de tanto concentrarme para decir alguna frase con sentido!
Y como prueba de mi motivación para aprender el francés he comprado un libro que llevaba queriendo leer desde hace mucho: Le petit prince o El principito. Me he propuesto que sea el primer libro que lea completo en francés ^^.




Bueno amig@s, me despido ya. Mañana a las 08:30 tengo que hacer una prueba de nivel de francés para que me coloquen en el nivel adecuado en el curso intensivo para Erasmus de la semana que viene. Ya os contaré qué tal ha salido.
Un beso a tod@s y gracias por leerme :D
À la prochaine!